En la secuencia de fotos de más abajo se puede observar la puerta de entrada al campanario de la iglesia de San Martín de Trevejo, en Cáceres. Pueblo bien bello que merece varias visitas, en las que además se puede escuchar una variedad lingüística curiosa (la fala). Pero no es de idiomas de lo que va este comentario, sino de la puerta citada. Probablemente la construcción de la arcada fue posterior a la de la torre, pero también se puede pensar al contrario, y que la causa del tamaño de la puerta era como elemento de control del tamaño del sacristán (o monaguillo, no estoy muy puesto en estos temas). Recuerdo haber leído que la entrada al refectorio de un convento esa estrecha a propósito para evitar que los frailes subiesen de peso o, en ese caso, obligarles a bajarlo.


