Ayer, un amigo me pasó este vídeo. Si después de verlo, siguen ustedes conduciendo en el Mundo Real como si estuviesen en la consola de turno, será que se merecen todo lo que les pase.
Por cierto, puede que las imágenes hieran alguna sensibilidad. A mi se me pusieron los pelos como escarpias.
Pasen y vean:
No podremos exigir a los alumnos buen comportamiento cuando los profesores son los primeros malos ejemplos. Esta foto, tomada esta misma mañana en la avenida de la Alamedilla en Salamanca, es tristemente frecuente. Los profesores de la autoescuela «El pilar» hacen gala de su absoluta falta de respeto a las normas de circulación que enseñan. Un ejemplo a no tomar en cuenta que se repite a diario. ¡Menudos profesionales!
Mientras las personas (mas bien personajes) que nos gobiernan siguen haciendo el estúpido y diciendo estupideces por doquier, queremos hacer gala del espíritu de nimiedades que ha caracterizado a esta casa desde sus principios. No quiere decir que no estemos preocupados por el entorno. Tampoco que queramos cerrar los ojos o que el calor nos aturda. Es simplemente un cambio de paso.
La fotografía de la derecha, tomada en Castellammare del Golfo, nos muestra el cariño que las autoridades de tráfico, en este caso sicilianas, ponen en dirigir adecuadamente al conductor. En este caso al menos hay señales, cosa que no se puede decir de la mayoría de las carreteras y calles de la isla citada que, además, cuando existen muestran un abandono digno de premio. Luego se quejarán de que la gente haga lo que le da la gana, cosa que en Sicilia es más que habitual, es norma. Si alguno de los abnegados visitantes de este blog viaja a la isla, que no se olvide de un GPS y una buena dosis de paciencia. La capacidad de asombro, caso de haberla perdido en la infancia, la recuperará en modo sopetón antes de finalizar el primer día. Palabra.
Otra muestra del civismo reinante en nuestras calles españolas: la educación, el respeto por el otro, las buenas maneras… parecen ser conceptos hace mucho tiempo olvidados.
Muchos de aquellos padres que ahora rebuznan prejuicios e ignorancia, manejados por oscuros intereses, son los que deberían acudir sin demora a clases de educación de ciudadanía y no sus hijos. Probablemente sus hijos estén aprendiendo de ellos a hacer lo que les de la gana y cuando les de la gana sin atenerse a una sola norma de conducta. Estos padres son los que, cuando sus hijos se convierten en monstruos adolescentes, lloran amargamente porque sus hijos no les muestran un mínimo de consideración y respeto.
Imagen de la noticia publicada hoy en la contraportada del diario El Norte de Castilla.
La noticia no merece más comentarios…
[tags]Conductores, conducir, coches, vehículos, accidentes, tráfico[/tags]
Paseando por la calle me encuentro con un vehículo que parece estar participando en un nuevo experimento para tratar la animalidad que nos seduce cuando nos ponemos a los mandos de semejantes máquinas de matar.
A partir de ahora… nuestros adorados «hay-huntamientos» van a prescribir, junto con la oportuna multa, el tratamiento médico más adecuado:
PD: la calidad de la imagen sigue siendo muy mala. Sigo con el mismo troncomóvil en el bolsillo y nadie me quiere hacer un regalo 😉
Retomando una cascarria anterior…
Lo de tomarse el coche tan a broma como en la penúltima estupidez de un publicista me parece un insulto:
El mensaje vienen a decir: utilice su coche para subirse por las paredes, las aceras, para no respetar el resto de la circulación ni a na de na…
¿Cuantos problemas ocasionan los cafres al volante? ¿Cuantas personas mueren con/en el coche? ¿Cuantos españoles terminan visitando Toledo sin ser turistas?
Si seguimos por este camino, yo propondría al Ministerio o Consejería de turno que se dotase a nuestras carreteras de vías especiales «Despéñese gratis a 300 metros» y que se dejen de mariconadas, como esa de los puntos. Pamplinas.