Juas, juas, juas… me ha encantado la comparación.
¡Real como la vida misma!

Juas, juas, juas… me ha encantado la comparación.
¡Real como la vida misma!
La renovación por fuera pero no por dentro, claro, que eso no se toca. Vean el lavado de cara o, según su propia terminología, blanqueo de sepulcro de esta gente vetusta de ideas obsoletas que gobierna desde la sombra. La renovación del viejo MS-DIOS a una nueva ventana (por la que uno se puede defenestrar alegremente, alabaré, alabaré…) Como dice la pintada que pille hace unos meses en Valladolid, creo: «Si Cristo levantara la cabeza arderían Iglesias». No le falta razón.