Fotografía tomada en Florencia hace ya un tiempito. Vean como la señorita policía cuida no solo de la seguridad ciudadana sino también de la estética propia. La longitud de las uñas no parece que pueda afectar al funcionamiento de la pistola, pero quizá, solo quizá, no sirva de mucho a la hora de empuñar la porra. O sí, a saber.
