
Que duda cabe que un buen nombre es el mejor anuncio de un libro, una película o incluso un hotel. Hay, desde luego, muchos ejemplos que podemos gozar en la vida diaria. Este hostal de Almuñecar (si no recuerdo mal) tiene esa rara cualidad de describir al dueño más que al negocio. El nombre me recuerda a Vaya con Dios o Yo la tengo, igual es un seguidor. En cualquier caso no me parece adecuado andar mezclando cosas tan mundanas como el café, la cama y el dios, pero allá cada uno con sus gustos y sus creencias. Igual le hacen quitar el cartel por atentar contra la moral de alguien, tal y como van las cosas últimamente… Y bien pensado, según los mandamientos de los cristiano-católicos el primero de ellos precisamente versa sobre el tema, de modo que alguien se puede molestar.