Sin lugar a dudas los límites de la estulticia no se han alcanzado aún. Y si alguien lo duda, que vea la imagen que ilustra el comentario y que me ha llegado por correo-e. Está hecha, al parecer, desde un autobús y la muchachada que ocupa el descapotable en marcha, aspirantes a premios Darwin, podrían se de cualquier país. ¿O no?