Vean este paisano de Valladolid cómo se relaja de sus paseos de obra a obra. Es que como ahora están bastante alejadas, hay que tomar resuello.

Vean este paisano de Valladolid cómo se relaja de sus paseos de obra a obra. Es que como ahora están bastante alejadas, hay que tomar resuello.
¡Para que luego digan que en Madrid (villa y corte) hace calor en verano! Vean cómo la realidad nos muestra otra cara: los aguerridos turistas aguantando el intenso frío de 173 grados bajo cero, bien cerquita del cero absoluto. Tanto es así que hasta llevan ropas veraniegas…
Se ve que, con la crisis, no da para reparar el termómetro de este restaurante en el paseo del Prado.