Desde que me apunté a natación cumplo estrictamente lo que el médico me recomendó:
«Beba dos litros de agua al día».
Desde que me apunté a natación cumplo estrictamente lo que el médico me recomendó:
«Beba dos litros de agua al día».
Interesante pintada captada en Florencia bastante antes de la pandemia. El mensaje sarcástico es bastante evidente a pesar de estar en italiano, pero lo traduciremos por si acaso: «Si el muro es gris debe permanecer gris».
El conjunto se las trae: un muñeco en pintado a ras de suelo apuntando al mensaje (no sabemos si del mismo autor), un muro que no es gris y un mensaje sarcástico. Para que vayan aprendiendo esos pintamonas que van llenando lugares con su firma, como si valiese de algo, en el pensamiento -suponemos- que a fuerza de insistir…
Como estoy en la capital del imperio (romano) aprovecharé para rellenar la recámara de chorreces, porque se estaba quedando tiesa de publicar casi todos los días.
Encontré en una tienda de no-sé-donde este escaparate donde el artículo de cristal (¿un aislador?) tiene un sospechoso parecido con lo que ahora llaman con el anglicismo «dildo» y que toda la vida se ha conocido como consolador. Eso sí, tamaño gigante.
Quizá sea mi mente enferma, quizá, pero no me nieguen que el parecido es bastante razonable.
Intentando acordarme del lugar no he logrado dilucidar si era en España o en Portugal. Da un poco igual, en todas partes se cuecen habas.
Mientras el resto de los humanos/as nos dedicamos al bello arte de ver gilipolleces ajenas en la pantalla del móvil (sin mirar al tráfico ni nada, claro) algún drogadicto se dedica, ñoras y ñores: ¡a leer! Parece increíble. Hasta compran libros, los muy ladinos y los van leyendo por la calle, sin pudor alguno y, no lo van a creer: ¡hasta llevan varios». ¿Imposible? ¡No! Ayer mismo capté esta obscena imagen (he ofuscado el rostro, obvio) en Salamanca. No sé dónde vamos a parar, se lo juro…
Un chiste malo de este pasado y tórrido verano de 2025.
En un control de tráfico:
Señor agente, póngame la multa que quiera pero, por favor, póngala rápido ¡que vengo del súper y llevo congelados!
Es demencial ver cómo se gasta en esta tierra nuestra el dinero que los pobres madrileños, vascos y catalanes pagan con su impuestos. Indignante. </sorna>
Fotografía tomada en Sobradillo (Salamanca), hace ya unos años. En la actualidad, como se puede apreciar en los mapas de Sanguguel está aún peor.
Pues en lugar de arreglar la tapa de ventilación que está mal le pongo un poco de cinta para que se vea y… ¡solucinao!
Así somos en este país. Y en otros, no nos creamos tan especiales…