Ya imagino que algún visitante de esta página habrá echado de menos las chorradas con que habitualmente les deleito. Pero es que estaba de vacaciones y, ya se sabe, nobleza obliga (véase el último comentario).
Como de momento no he sacado de las memorias las fotografías que ilustrarán futuros textos pues me tengo que remitir a los que tengo en la recámara.
Esta foto fue tomada en Castellmare (Sicilia) y es lo que parece: una bolsa de basura colgando de un hilo y gancho. Hay cientos de ellas flotando como a metro y pico del suelo. Hasta que salí de ese pueblo no sabía para qué hacían esto los habitantes. Luego me di cuenta de que así los perros y gatos no hurgan, el suelo se ensucia menos y, sobre todo, es mucho más cómodo que bajar la basura por las empinadas escaleras.
Hay que reconocer que los italianos, en cuestión basura, son inimitables. Ya lo comprobarán en subsiguientes días.
Todas las entradas de: El Acechor
Gilipolleces de alta cuna
No se leen más que boberías. Esta vez de una de las más ricas personas de este puto país.
La duquesa de Alba dice que lo está pasando mal, tiene cojones la cosa.
Ya me gustaría a mi pasarlo tan mal como ella. Y los 4 millones de parados, no te digo.
Italianadas
Antes de irme de caza de nuevas estupideces a otras partes de la geografía hispánica les dejo una italianada, una de esas chapuzas que tanto me gustan. Está hecha la foto en Palermo de camino a Monreale. Vean el nivel de cutrería que se puede alcanzar en la confección de un cartel de negocio. Ni pensar en lo que hará el relojero con las máquinas que lleguen a sus manos.
Una de condones
Visto en un bar de Arroyo de la Encomienda (Valladolid), lugar al que cuando vuelva llevaré máquina de retratar para ilustrar el comentario. En la máquina de condones del servicio de hombres, un papel blanco escrito a mano y pegado con celo: «Meter las tres monedas juntas, una detrás de otra». Vamos más claro imposible.
Esta es la casta que dicta la moral
Lo peor de todo es que encima con nuestras subvenciones les pagamos cochazos. Manda güevos que encima se jacte de tener amigos en las altas esferas ¡claro, representa a dios!
http://www.publico.es/espana/393899/un-cura-ebrio-arrolla-a-varios-vehiculos-y-se-da-a-la-fuga
Autoexplicativo
La pegatina «una nación una bandera» estaba pegada en un contenedor de basura. ¿Hay mejor sitio para este mensaje?

Monos de imitación
Enciendo la tele, veo una típica peli (yanqui) de escritores en que las obras muestran en la primera página el título y debajo el autor. En inglés se pone «by nombredelautor». En español no se pone «por», «de» ni nada por el estilo. Sólo el nombre del autor. Pero claro, no queda bien, no viste, no es nada «cool» así que a la obra que he parido, homenaje a una tonadillera de un país tercermundista, le pongo el título en castizo, con la grandilocuencia que quiero que tenga, y lo remato poniendo «by Roberto Martín» que queda monísimo y muy adecuado al gusto paleto-cañí de imitación de las cosas del imperio, que es lo que mola, que lo de aquí es todo muy hortera. Luego no puedo, no sé o no me dejan poner más cosas en extranjero, no sea que los paletillos que acudirán a ver el espectáculo no entiendan algo.
¡Señor, que cruz!
Planeta chapuza
En Castelmola (Sicilia) los restos del castillo están apuntalados de esta peculiar e imaginativa manera. Como corresponde al espíritu italiano, latino, europeo e incluso mundial. Todo el santo planeta es una inmensa chapuza fractal que, a medida que se va haciendo zoom, se corrobora como chapuza sobre chapuza en lo social, económico, constructivo, legal o cualquier faceta que tenga que ver con el ser humano. Lamentablemente a medida que se van apilando naipes en el castillo hay más posibilidades de un colapso general, como es evidente. Pues nada, señores tahures, a poner cartas que la cosa promete.
Los muy ladinos
Los medios de comunicación son cada vez más medios (o sea mitades) y menos comunicación. Los periódicos, televisiones y radios emiten las noticias que les interesan a los grupos de inversores que los mantienen. Son la voz de su amo. No colocan noticias que puedan hacernos pensar o relacionar. Si lo hacen las esconden en lugares secundarios para que no se les pueda acusar de ocultación y además las redactan de modo tendencioso. Y encima nos cobran por ello. Es de todos sabido que en Islandia el pueblo se negó a subvencionar a los banqueros, derrocó al gobierno y está elaborando una nueva constitución. Todo eso se ha mantenido de tapadillo para evitar el efecto dominó. Al menos es lo que ha pasado en España, donde estas noticias circulan por correo electrónico ya que los medios de comunicación oficiales evitan citarlo. Otro caso de cabreo nacional añadido al de Islandia, Grecia, Irlanda, Portugal y España es el de Chile. Me acabo de enterar que allí había hoy convocada una huelga general. Amigos, nuestros queridos gobernantes nos están cambiando la constitución para poder seguir estrujando al pueblo con el cuento de la crisis. Y la ley electoral para poder perpetuarse en el columpio del poder (ora aquí, ora allá). En esto sí se ponen de acuerdo los muy ladinos, que como va en beneficio de ambos partidos, hay que aprobar las medidas en plenas vacaciones, deprisita y sin preguntar, para que no nos dé tiempo a reaccionar.
En todos los países nos están apretando el cinturón hasta límites increíbles. ¿No es hora de coordinar una huelga general europea o mejor mundial?
Una de cal y otra de arena
Tal y como están las cosas no se puede uno despistar, porque nos las están colando gordas pero gordas estas vacaciones de verano, por lo que vaticino un otoño más caliente que la entrepierna de un cura pederasta. Vuelvo sobre los pasos de las horteradas italianas que tengo en la recámara. La romería de las fotos tenía lugar en Siculiana (Sicilia) aunque las luces y el tono general recuerden al sur de España. Pues no, no señor, no tenemos el patrimonio de la horterada, como se demuestra. Ni la de la hospitalidad, que un paisano nos mostró la iglesia, la pila bautismal, nos subió al altar, nos enseñó las reliquias y, si nos dejamos, nos invita a cenar. Y eso que no hablamos ni una palabra de italiano. Palabra.