Todas las entradas de: El Malvado Margarito

Bienvenida sea la crisis

Si uno de los efectos secundarios de la tan barruntada y cacareada crisis económica va a ser que por fin los consumidores dejemos de ser atracados de manera permanente y descarada, pués eso, bienvenida sea esta crisis y todas las que tengan que venir.

Visto en una tienda «muy chic» en una de las zonas «osea» de la ciudad de Valladolid: trajes para pijos de uñas negras venidos a menos.

Y así casi todo el escaparate.

Igualito

Actualización de 2025: esta publicación contiene enlaces obsoletos.

Mientras que, según el diario 20minutos,  en tierras bárbaras quieren prohibir la palabra «Navidad»:

«Con esto quieren censurar todo lo que recuerde que las Navidades son fiestas cristianas intentando convertirlas en algo indiferente y centrándolo en el consumo de mercancías»
(Digo yo que razón no les falta; no tienen más que encender la tele y quedarse idiotizados viendo los bonitos anuncios navideños ¡YA DESDE EL MES DE OCTUBRE! Estos al menos no son hipócritas).

En tierras mucho más civilizadas aunque oficialmente aconfesionales, nos dedicamos, según el diario Público, a solucionar los problemas reales de la gente real:

«Rouco Varela ha señalado que la maternidad de la virgen se necesita con nueva urgencia ya que Madrid también sufre las consecuencias de la crisis de la economía»
(Eso eso, la maternidad de una virgen va a arreglar las tropelías cometidas por políticos ladrones, por especuladores, caraduras y demás especímenes. Así que recen, recen  ustedes mucho mientras les siguen vaciando los bolsillos).

Y luego me preguntarán por qué… mejor me callo.

Pueden ustedes visitar este lugar y dejar sus opiniones. Y ya saben, que ustedes lo gasten bien que, ya es Navidad en El Cutre Inglé…

Postales desde Berlín II: lujuria

Ya aviso: solo para calenturientos de mente sucia…

Estas dos imágenes están tomadas en mi reciente escapada a Berlín y están relativamente cerca una de otra: tan turgentes pechos están junto al Reichstag (el parlamento alemán). Y tan pecaminoso cartel está, no se hacen idea, junto a la catedral de Berlín. ¿Se imaginan ustedes que pasaría en tan meapilas tierras hispanas, si una de nuestras flamantes catedrales católicas estuviese situada junto a los Jardines de la Lujuria?

Postales desde Berlín I: una de dioses

El pasado mes de octubre, me escapé de celebrar la tan hispanísima fiesta de «El 12 de Octubre» y me largué en buena compañía a Berlín.

Allí pude encontrar, entre otras cosas, este bonito ejemplo de convivencia en paz y armonía de los viejos y los nuevos dioses en nuestro occidente actual. Sirvan ambos, como estupendo ejemplo de perfectos y elaborados sistemas de control de mentes y rebaños. Eso si, cada uno con sus particulares sistemas de difusión (como bien puede verse en la imagen).

Socialista cíclico

El que en algún momento de su vida ejerció de socialista de chaqueta de pana, opina ahora sobre la tormenta que nos está empezando a caer.

Según el diario Público, dice el Sr. González:

«Lo único cíclico es la estupidez humana»

Sr. González, no sea usted tímido y dígalo sin miedo: la estupidez humana no es cíclica, es la más grande constante universal. O como dijo aquél:

«Solo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana, y de una de ellas no estamos seguros»

Parecidos razonables

Uno de los logotipos pertenece a una entidad financiera española, el otro a una entidad financiera polaca. Quien lo diría ¿verdad?

Por cierto, recuerdo que había quien decía que el logo de la entidad española le recordaba a un toro dando por el mismísimo agujero a un oso hormiguero. Digo yo que será de psiquiatra esta asociación de ideas ¿no?

Pesadilla en el hospital

Sin palabras me he quedado esta tarde cuando mi amiga Cristina me ha señalado esta puerta de un despacho en la entrada del hospital Rio Carrión de Palencia (SACYL). Desconozco si lo de «SADO» es un nuevo modo de entender la atención al paciente, una nueva especialidad médica o simplemente jerga hospitalaria. En cualquier caso, totalmente desafortunado.

Lo dicho, sin palabras.

ACTUALIZACIÓN: me comunica mi enviado especial al hospital que podemos estar tranquilos, no hay ningún sádico suelto. El famoso «MÉDICO SADO» es en realidad purita jerga hospitalaria, con algo de mala leche eso sí: Servicio de Admisión y DOcumentación clínica.