Las comparaciones pueden ser odiosas

Esta tarde, buscando en la red, he ido a dar de modo casual con un lugar que cita a esta santa casa: webwiki.es

Hay tres cosas curiosas.

  1. La redacción de la descripción que hace de nosotros:
    «El sitio web estupidec.es se ocupa de los temas Estupidiario, Paraiso, Estupidez y Humana de la categoría Economía y Negocios. estupidec.es es poco conocida en España y significa El estupidiario El paraíso de la estupidez humana.»
  2. En que categoría nos sitúa:
    «Economía y Negocios»
  3. Y esta última la mejor. Sitios web similares tales como:
    el­cor­reo.com, rtve.es, laopi­nion.es, elmundo.es, elpais.com o larazon.es

¡Qué gran honor descojono que nos comparen con semejantes entes!

Vean, vean…

A dios rogando y con el whatsapp dando

Y no se trata de un juego de palabras. El domingo pillé a este curilla en su iglesia, pero omitiré el nombre del lugar para que el castigo divino no caiga sobre él. Estaba allí, tan joven, tan majo, clavado de hinojos en el banco, tras terminar su misa y con la mirada plantada en el dios del siglo XXI, el dios de la tecnología. Bueno, que mal pensado soy, joder, igual es que Dios también tiene Whatsapp, en cuyo caso estaríamos ante un caso de flagrante delito porque a quien se le ocurre ocultar su dirección a los feligreses para que puedan charlar tranquilamente en cualquier lugar y situación además de ahorrar un pico en calefacción. Vean como cuando el Malvado Margarito les llama «máquinas del demonio» a estos engendros no anda muy descaminado.

Espero sepan disculpar la mala calidad de la foto, pero es que no había mucha luz y un flashazo habría dado al traste con el ambiente de recogimiento.

La generación que nos gobernará

Dos ejemplos tomados hace una semana. La pareja de nenes está recogiendo dinero para la iglesia católica, concretamente para la campaña del Domund que anualmente recluta y usa de forma impune a miles de niños para rascar los bolsillos de los ciudadanos. Vean que están bastante más interesados en su smartphone que en otra cosa. Normal. Y mejor casi el otro ejemplo de cómo juega la juventud, con su móvil pero tumbado en el monopatín. Impresionante.

Acerca del dinero

La lectura de este texto, lleva un rato, quizá quince minutos de nuestra ajetreada vida. Pero transmite con claridad varias ideas interesantes sobre el dinero y la concepción actual de su existencia y tratamiento. Recomiendo su lectura hasta el final donde se plantean curiosas e interesantes alternativas a la insostenible situación actual provocada, entre otras causas, por la economía especulativa (la que no produce nada, sólo especula). A modo de conclusión-resumen vale el saber popular que dice: «el dinero debía durar lo que los ajos». O sea, un año máximo.