
Imagen tomada en Florencia en el 2016, a la puerta de una tiendita muy mona de una franquicia de cuyo nombre no puedo acordarme.
- ¿Será que el becario abnegado está trabajándose la prórroga en la firma?
- ¿Será que el veterano se aprovecha del novato?
- ¿Será que el elemento superior goza -vista la sonrisa- de la humillación ajena?
- ¿Será que nadie les ha explicado los riesgos?
- ¿Será que no había ningún otro modo pero ninguno ninguno ninguno?
Cualquiera de las preguntas se pueden hacer los sufridos lectores de estas páginas viendo cómo un chaval carga a cascabelera (dicen en mi pueblo) a otro. Afortunadamente el «ascendido» parece tener un peso razonable.
Iniciamos (o seguimos, quién sabe) la serie de PRL (Prevención de Riesgos Laborales) que con certeza nos va a dar buenos ratos.