Cuando la cosa está fea ni la invocación a lo altísimo salva el pellejo del personal.
Vean la fuente de la foto en que el agua no se ve depurada ni por la presencia del saludo a la virgen madre (no es un oxímoron, dicen) hace bueno lo malo ni potable lo imbebible.
Gozad, lectores/as de mis desmanes mentales, puesto que estaré ausente unos días.
Besitos detrás de las orejas.
