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La lata (de la serie «soluciones de bajo coste»)

Las tres R (Reducir, Reciclar y Reutilizar) van a ser el pan nuestro de cada día a no mucho tardar, ya verán. Nuestros vecinos lusos son expertos en tales lides, tal y como ya he mostrado con anterioridad. Este ejemplo, pillado en algún pueblecillo del Algarve si no recuerdo mal, es una muestra de imaginación aplicada. Para sujetar la ropa tendida lejos de la pared encalada (que siempre afecta mucho a la ropa negra) se pone un palo. Muchas cosas se solucionan con palos (la policía española sabe mucho de esto), pero el palo tiende a deslizarse hacia abajo por culpa de la maldita componente vertical del vector de tensión del sistema. La solución consistió, en este caso, en clavar una lata de conserva vacía para evitar tal deslizamiento. Con un poco de pintura habría quedado chachi, pero bueno, cumple su función que es de lo que se trata. ¿No?

Negocios sin personal

¿Es posible tener un hotel sin personal, o casi? Si. Vean este ejemplo que encontramos en Madeira hace ya más de tres años. En la recepción se encuentra una lista de la gente que allá ha llegado o llegará, con indicación de la procedencia de su reserva. Luego se sube a la habitación asignada donde la puerta está abierta y se encuentra un papelito con la ¿factura? de la estancia y la indicación de que se dejé allí el dinero, se cierre la habitación y se deje la llave bajo el felpudo. Alucinante.

Les prometo que es la última de portugueses en un tiempo. Pero no me negarán que merecía la pena.

El peligro de la traducción literal

El portugués es una lengua bastante parecida al castellano, pero los falsos amigos siempre están al acecho para hacernos caer en engaños. Talmente como en la vida real, vamos. La foto de hoy es, en realidad, una nueva versión de esta entrada más antigua. No por eso dejo de colocarla. Por si quieren ahorrarse la lectura de la entrada anterior les diré que el nombre del establecimiento se traduce como «bodega villa media» sin tener nada que ver con las aguas menores.

Uno de estos días le pondré la guinda al pastel de cositas encontradas en Portugal, finalizando esta etapa y a la espera de volver al país para cazar alguna nueva.

La desidia de los PIGS

PIGS además de cerdos en inglés quiere decir Portugual, Irlanda, Grecia y España según la terminología que se urdió hace años en plena crisis en la que se vilipendiaba a estos países del sur llamándoles cerdos y haciéndoles, por ende, culpables de la gran crisis por haber vivido por encima de sus posibilidades. Los banqueros de Frankfurt y de Paris no tienen nada nada nada que ver, se lo aseguro.

Pues les reto a que encuentren y envíen un lugar de visita turística en Alemania y Francia (por restringir la cosa) en que se puede ver el abandono que hay en nuestros países. El ejemplo está tomado en Oporto y es el mirador de la victoria. Se trata sin duda de desidia pero habría que preguntarse debido a qué razones campa por nuestras ciudades ese abandono. ¿O no?

Concentración

Si el lector viajase a Oporto podrá encontrar junto a la tienda de exvotos que ayer ilustraba el post una curiosa iniciativa adaptada a nuestros tiempos: probar todo Portugal en sesenta segundos. Eso al menos es lo que los rectores de la tienda «Casa portuguesa do pastel de bacalhau» piensan. Para eso han inventado una croquetilla de bacalao rellena de queso de la Sierra de la Estrella y para pasarlo una copita de Oporto blanco. Adaptada a nuestros tiempos porque además de innovadora tiene la ventaja de satisfacer al viajero con prisa que caracteriza el turismo de, por ejemplo, los japos.

Lo gracioso, sin duda, es que con un invento nuevo anuncien sin vergüenza alguna que se trata de una receta tradicional. Así son los emprendedores a menudo, con tal de vender.

Fetuga (useasé, la fé del pueblo portugués)

Luego cuando termine con los portugueses (aún tengo algo en la recámara) seguiré con otras cosas viejunas (Italia 2012) y con novedades más actuales. Hoy opto por ponerles una foto de una tiendita de Oporto (de artículos religiosos, junto a la torre de los clérigos) en la que se venden exvotos, a los que los portus (tugas, recordemos) son bastante aficionados, más que los Ñás, a mi entender. Al lado de ella, y en dura lucha por el cliente, se encuentra otra más profana pero de la misma jaez, de la que también incluyo foto para que vean sus señorías que ambas caras de la moneda no están tan alejadas.

Igual es por el uso de estas patrañas que han ganado el premio circense futbolístico del otro día. «Pan y circo», amiguetes, pero hogaño qué poco pan y que mal circo. Si al menos echasen gente a las fieras y el pan durase una semana, como antaño.

Usen el botón derecho del ratón para verlas a mayor tamaño.

Ña (useasé Typical spanish)

Actualización de 2025: esta publicación contiene enlaces obsoletos.

Lo de que haya operaciones contra el blanqueo de dinero y la corrupción es más habitual que Jordi Hurtado en el «Saber y ganar». Hoy ha tocado en la discoteca Amnesia de Ibiza, uno de los clásicos del desfase balear. Vean la noticia.

Y ahora está aquello de que una cosa sea típica española (que traducimos sin excepción por «typical spanish»). Los portugueses de corrupción y blanqueo también anda finos, no se vayan a creer. Pero ¿cuándo veremos un ex-presidente en la trena como hicieron ellos no hace muchos meses? Relájense y pónganse có modos que la cosa va para largo. Los portus, decía, tienen el curioso término «tuga» para denominar a lo típicamente luso. La palabra es un apócope de «Portugal». ¿Cómo quedaría en este país? ¿Ñá?¿Aña?¿Pañá?¿Pañ? Se admiten apuestas, opiniones, brocas y pitos. No pidan orejas y rabo, que es muy Ñá.

La foto está hecha en Oporto, por si a alguien le asalta el prurito y «puedo prometer y prometo» que la próxima cámara tendrá registro de coordenadas para goce de los abnegados/as lectores/as de este blog.

Y para quien el verano se le haga insoportable (aún escaqueándose del curro) vean este listado de 10 cosas que creemos ñás y no lo son.

 

Lemita (de la serie «Nombres poco afortunados»)

En realidad de la serie lemas poco imaginativos, poco atractivos y poco llamativos. Salvo, es de suponer, para el tipo que puso el negocio y sus familiares y amigos. El nombre del negocio «limpaveiro» en realidad tampoco es la leche de imaginativo, ni el logotipo (barca tipo «moliceiro» típica de Aveiro, Portugal).

El «yes, we can» y sus usos y adaptaciones son fruto de una época, un oportunismo que perdió bastante rápido su actualidad, salvo en España que -traducido- (Podemos) aún trae cola, poca, pero la trae.