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Sobre Palestina

Ayer me llamó la atención encontrar una sandía de punto (o ganchillo, no sé bien la diferencia) colgando en el escaparate de una librería de Salamanca. Es la de la foto. Además incluye un Qr como mandan los cánones de estos tiempos y una dirección web donde se explica el sentido de esta acción. Hay también enlace a un pdf con más información y sitios donde ampliarla o actualizarla.

Un intento algo más productivo que algunas lecturas de «Poesía por Palestina» a las que he acudido tras cuya indudable buena intención no subyace otra cosa que pasarse las manos por la espalda diciendo «qué razón tenemos», «cómo está el mundo», «hemos hecho lo que hemos podido» y todo queda en eso, es bellas vanas palabras, buenas intenciones y, hala, cada uno a su casita que por hoy la conciencia nos queda tranquila.

Ahí les va la foto del colgante, por si a alguien le interesa.

¡Si es que no hay vergüenza!

Mientras el resto de los humanos/as nos dedicamos al bello arte de ver gilipolleces ajenas en la pantalla del móvil (sin mirar al tráfico ni nada, claro) algún drogadicto se dedica, ñoras y ñores: ¡a leer! Parece increíble. Hasta compran libros, los muy ladinos y los van leyendo por la calle, sin pudor alguno y, no lo van a creer: ¡hasta llevan varios». ¿Imposible? ¡No! Ayer mismo capté esta obscena imagen (he ofuscado el rostro, obvio) en Salamanca. No sé dónde vamos a parar, se lo juro…

Modernidades imperfectas

Vayamos de modernos. Hay por ahí un libro ¡ay! cuyo nombre es inolvidable: «Pornografía vegetal – Flores silvestres de la Sierra de Béjar» que tiene como alguna de sus curiosidades (nombre aparte, claro) la inclusión de códigos Qr en todas y cada una de las flores (533), y alguna de ellas hasta tiene dos códigos. Una forma de ahorrarse la inclusión de la información además de tocarles los güevos a los sufridos lectores. Más o menos eso se puso de moda en la puta pandemia para que no anduviésemos tocando cartas de bares, por ejemplo.

Pues el otro día en Béjar (ya que estamos en la zona quedémonos en ellas) encontré este escaparate con el cartelito «Descárgate el código Qr». Es llamativo que haya que andar indicando para lo que sirve el código. Más aún porque el código en sí no se descarga, sino el contenido hacia donde apunta (presumiblemente) el mismo. Lo más alucinante es que no había ningún código. Créanme, estuve largo rato como un «gelipollas» (así dicen en Béjar) y no había nada de nada en la pantalla de debajo.

Buen intento

Visto en una tienda de Béjar de, parece, algún extranjero con buenas intenciones pero poca imaginación. Digo lo de la imaginación porque todo dios tiene un puto móvil en sus manos para chorradas varias pero no se le ocurre buscar las palabras y/frases, motivo que da en algo como lo de la foto «ABIERTO, HAY AIR CONDICONADOR». Luego aquello de la estética mejor ni mencionarlo. Total, para un pueblo…

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Paleto-pedanterías

Aquí otro ejemplo de nombres rimbombantes, de los paleto-pedantes que piensan que por poner el nombre de la peluquería o barbería en inglés el negocio gana en prestigio. Absolutamente innecesario en un barrio y en una ciudad donde los guiris no pasan más que para tomar cañas. Habría que ver si la feliz emprendedora habla algo más de inglés que las dos palabras que hay en su escaparate salmantino.

De la serie «Pedantes y pretenciosos»

Es pan nuestro de cada día el intento de dar a un negocio vistosidad usando nombres en inglés. Hoy traigo el ejemplo de este tallercito de costura de Salamanca llamado «Sews». Ojalá me equivoque, pero creo que para hacer reparaciones de corte y confección a los del barrio no hace falta hablar inglés. Quizá hasta lo hagan (hablar inglés), pero creo que se trata de un ejemplo más del uso pedante y pretencioso del idioma.

Correr y marchar

Esa sería la traducción del nombre del centro de entrenamiento (antes gimnasio) que hay en Salamanca en la avenida de Portugal. Se conoce que queda mucho más «chic» o «cool» ponerlo en inglés, sobre todo aquello de «by Rafael Iglesias». Debería traducirlo todo y poner «by Raphael Churches» para que todo quedase de lo más cosmopaleto o paletopedante, como uds. prefieran. Total ¿qué más dará si al final su público es español en su mayoría si no en su totalidad.