A poco que se rasque en la historia de la religiones modernas se encuentran las capas de anteriores creencias, algunas milenarias, que conforman el conjunto de reglas, costumbres, simbologías y demás parafernalia. Es normal, pues -casi obligado diríamos- que el conjunto se amalgame en los lugares más inesperados, como por ejemplo el escaparate de una tienda. De esas que llamaríamos esotéricas para hacernos entender. La venta de útiles para la práctica de los ritos no se restringe -en muchos casos- a la dominante religión de este-santo-país, la católico-apostólico-romana como les gusta decir a sus acólitos. La libertad de culto ha llegado al negocio, de modo que en muchos lugares encontrarán ustedes vitrinas como la de la foto que -dicho sea de paso- no me acuerdo dónde la hice. Disfruten de la tolerancia mientras dure.
